Expedición
Babasónicos
Producción y textos
José Bellas y Pablo Schanton
Mientras estrena Jessico,
el sexto disco en diez años de carrera, la banda liderada por Adrián Dárgelos
reclama su lugar en el rock nacional: estética cambiante, misterio, caprichos y
locura. El extraño instrumento de cuerdas, de aspecto exótico, estaba tirado,
casi abandonado, en los estudios Circo Beat de Fito Páez. Sin dudarlo, los
Babasónicos lo afinaron y lo tocaron como introducción de su tema "El
loco", esa balada a la vez tropical y oriental.
Sólo así, de manera casual, el carísimo intrumento que Carlos Menem le trajo
de regalo a Charly García de un viaje por China, terminó usado en un disco.
La anécdota es parte de Jessico, el nuevo disco que los Babasónicos
acaban de terminar y que, una vez más, sorprende.
Ahora, a diez años de su debut cuando cantaban eso de "mi generación se
caga en tu opinión" y plantaban bandera dentro del rock nacional, están
dentro del circuito de bandas. Y no solo Charly o Fito pueden entrar de manera
azaroza en su historia sino que en el último tiempo abandonaron su hermetismo
para entrar en relación con Attaque 77 (giraron juntos por el país durante el
2000), Los Auténticos Decadentes (colaboraron en el inspirado Hoy trasnoche),
los Ratones y Divididos, junto a quienes debutaron este miércoles en España
llevados por el Gobierno nacional.
-¿Todavía se sienten raros dentro de la escena? Porque colaboran con otros
artistas pero no tienen invitados en sus discos... -Somos difíciles, un
grupo cerrado al que cuesta mucho conocer. Además, este disco es una cosa más
pop: esta grabado en poco tiempo. Lo decidimos así: porque si tenemos tres
meses le seguimos agregando cosas todo el tiempo. Seguimos siendo barrocos. Así
son las cosas. Después de definirse "sónicos", de tener un DJ en el
grupo (¡en 1992!), de anticipar el retro de la música disco, de mezclar lo
"cool" con el rock más "grasa", bueno, ahora, esta pandilla
de look siempre cambiante y disparatado, repite en un tema el estribillo "Tan
freak y tan popular, quiero ser" para despacharse en nuevas versiones
de sus temas "western", su alto tratamiento sonoro y un estilo acaso
más directo. O más, se muestran como unos Auténticos Decadentes o unos
Fabulosos Cadillacs perversos, como si esa fiesta familiar fuera prohibida para
18. -Llegamos a esta etapa convertidos en un espacio de resistencia y de
imaginación. Si me pagasen por idiotizar a la gente no lo haría, dispara
seguro Dárgelos, letrista, compositor, productor, cantante. Y lo sigueDiego
Tuñón, tecladista y también productor, responsable de que en este nuevo disco
las bases bailables de la banda tengan el swing que otras veces se escapaba:
"El rock está muy solemne. Tiene que ser divertido, lo que no quiere decir
chistoso". -No creo que el rock tenga una función social. Pero, tiene un
vuelo, un disfrute diferente a otras músicas. Lo único que le queda al rock es
no colaborar, confundir.
-Lograron reconocimiento pero no la masividad. ¿Les preopcupa? -Tenemos la
convicción de seguir haciendo esto como sea. Pero no me senté con Mirta
Legrand, ni con Repetto. No tuvimos esa exposición: somos difíciles. ¡En los
primeros años fuimos a Feliz Domingo y nos decían que no nos pasaban por que
no nos entendían!" En la extensa charla, retomada en los camarines de su
show número 37 en Cemento, Babasónicos bromea sobre su presente: se sorprenden
que haya integrantes de El Bar en la lista de invitados y a la hora de enumerar
nuevas influencias rescatan a Power Station, el disco The Game de Queen y
los "narcocorridos mexicanos". "Es como una cumbia villera
estilizada, como un comic poético para narrar una situación de violencia muy
cruda".
-¿Y la cumbia acá? -Es música popular, está bueno. Pero creo que en
general, como en el teen pop, es una época de música de productores, de viejos
interpretada por jóvenes. Y nosotros en eso también estamos re a contramano.
-Siempre construyeron cierto misterio alrededor del grupo. ¿Cómo es hoy la
relación con los fans? -La gente, en general, controla qué música va a
ver. Pero a nosotros nunca nos reclaman nada. Es más no tenemos relación con
los fans, no hablamos desde el escenario... ni siquiera tenemos casilla de
e-mail. Es que también nos gusta confundir.
-¿Y cómo entienden ustedes el rock de Babasónicos? Nuestro rock es el
conjunto de cosas: cada show es distinto, cada disco también. Tenemos ganado
ese derecho de ser libres y no traicionar. Nuestro compromiso estético es
altísimo, al punto de nuestros propios caprichos y nuestra locura.