NOTA A LOS
BABASONICOS ANTES DE QUE SALGA JESSICO
julio 2001
Hace una década,
una banda llamada Babasónicos preparaba sus armas para cambiar el rock
argentino de los años 90. Hoy el grupo de Lanús liderado por Adrián Dárgelos
puede decir que cumplió su objetivo, pero está lejos de quedarse quieto.
Mañana Babasónicos llega a Rosario para adelantar las canciones de su próximo
disco, "Jessico", que se editará el 15 de junio a través del sello
Pop Art. A partir de las 21, en la sala Lavardén, Sarmiento y Mendoza, los
únicos sobrevivientes de aquella movida sónica también mostrarán nuevas
versiones de sus temas más clásicos. Como telonero actuará Carca, un
compinche de generación y de ruta que a principios de los 90 lideraba el grupo
Tía Newton.
El nuevo disco de Babasónicos se grabó a partir de marzo pasado en los
estudios Panda de Buenos Aires y se terminó de mezclar a principios de este mes
en Circo Beat. La producción estuvo a cargo de Andrew Weiss, actual bajista de
Yoko Ono y colaborador de Ween. El grupo realizará una breve gira por el
interior antes de empezar a filmar los videos de "Loco" y "Soy
Rock", los primeros cortes de "Jessico". A fines de junio la
banda estará por España para presentar el álbum.
Adrián Dárgelos anticipó a Escenario cómo será el nuevo compacto, explicó
las diferencias con "Miami", su exitoso trabajo anterior, y realizó
un balance sobre los diez años de carrera del grupo. Como los nombres de los
discos dicen mucho sobre la música de Babasónicos, el cantante empezó
hablando de "Jessico".
-¿A qué se refiere el nombre del disco?
-Quisimos ponerle un nombre propio. No queríamos cargarlo de contenidos o
de otra significación más allá de ese espacio imaginario que genera este
trabajo. A través de nuestros discos nosotros fuimos elaborando muchos nombres,
algunos más explicables que otros. "Dopádromo", por ejemplo, se
podía explicar, y "Miami" también, en cuanto a que es el nombre más
pop y trillado que pueda existir. En este caso queríamos un nombre no
pretencioso. La música casi siempre te libera alguna imagen de un paisaje al
que podés ir. Este disco no tiene ese lugar, o una determinada atmósfera como
todos nuestros discos anteriores. Por eso elegimos un nombre propio.
-¿Y cómo surgió?
-Tratamos de que no existiese antes, para que no remita a un lugar ya
conocido. En cierta forma suena medio a nómade, a gitano. El disco tiene una
influencia de la música moldava, y nuestra música tiene mucho de banda sonora
de película, las de Morricone y las del cine europeo en general, películas que
nos dan esa atmósfera gitana.
-¿Los afectó la partida de DJ Peggyn?
-El nunca había compuesto mucho en los discos. Su tarea la podíamos
recuperar con nuestra propia composición. No tuvimos la idea de reemplazarlo
porque nosotros nunca usamos al DJ como la base del scratch típico, sino como
un instrumentista. Desde otros instrumentos podemos hacer sonoridades similares,
y el encargado de eso, de los arreglos electrónicos, es el tecladista.
-¿Por qué no renovaron contrato con Sony?
-Porque no teníamos voluntad de hacerlo. Grabamos cinco discos con ellos,
sabemos cómo trabajan y queríamos probar otra forma de trabajo, donde
manejáramos nuestros tiempos. Ellos siempre vendieron mucho nuestros discos de
catálogo, entonces no se calentaban en promocionar cuando salía uno nuevo.
Además probamos una experiencia que resultó bien. Después de
"Miami" editamos cuatro compactos de forma independiente
("Vedette", "Groncho", "Vórtice Marxista" y
"Babasónica Electrónica"). Ahora queremos hacer una suma intermedia
entre los dos puntos: el ser independientes y ser de una multinacional.
-¿Cómo les fue con esos discos independientes?
-Esos discos superaron nuestras expectativas, a pesar de que la
distribución era limitada y no tuvieron promoción. Eran complementarios de
nuestra discografía oficial, estaban dirigidos a los fans, a los más curiosos.
Nuestros discos oficiales nos llevan unos 60 días de trabajo en estudio, en
cambio esos nos llevaron 5 ó 6 días. Son composiciones más peladas, desnudas.
Nos pareció que estaba bueno que la gente pudiera acceder al embrión de
nuestras canciones.
-¿Qué diferencias hay entre "Miami" y el nuevo álbum?
-Son muchísimas, en cuanto a sonoridades y composición. "Miami"
era un disco sin ensayar, con unas 30 canciones iniciales. Entonces queríamos
hacer un compacto lo más fresco y menos sobrecargado posible.
"Jessico" es un álbum ensayado, donde generamos muchos arreglos, y al
mismo tiempo es más simple que "Miami", porque la temática que
trabaja es menos torturada. Las metáforas de las letras no esconden tanto y no
tienen tanta perversidad. Es más sensual, tiene lo oculto que erotiza. Nuestros
discos anteriores son más duros, con una perversidad y un enrosque diferente.
Además, musicalmente, "Jessico" es más rápido, hay más rock.
-¿La ironía está presente?
-No. Este es un disco romántico, que aborda temas como el acercamiento, el
roce, la sensualidad y las ópticas de prismas que distorsionan el enamoramiento
y lo convierten en pequeños cuentos. No estamos hablando del romanticismo en el
sentido literario, el del siglo XVIII, no entramos en esa nostalgia y esa culpa,
no es el romanticismo de Goethe, Bécquer, Schiller o Heine. Este disco tiene
mucha piel, es bien sensual. Los títulos de los temas te disparan para ese
lado. Hay uno que directamente se llama "Los calientes", y otro
"La Fox" (La zorra).
-Entre tanto romance, glamour y sensualidad, ¿no tienen miedo de convertirse
en los Roxy Music argentinos?
-No estaría tan mal. Yo soy un fan de Roxy Music, de Bryan Ferry y Brian
Eno. No creo que lleguemos a derivar en eso, porque es un lugar que ya
conocemos. Pero sería una comparación que aceptaría con placer y con orgullo.
Me encanta todo el glam rock que se transforma en new romantic. Bandas como
Duran Duran o Japan son una influencia para nosotros. La diferencia es que
cuando nosotros salimos al escenario generamos instantáneamente un estado de
nerviosismo y de histeria entre el público, que vamos manejando como si fuese
la superficie de una ola. No tenemos esa parte sensual y cálida de Roxy Music,
que tiene más que ver con la franela. Nosotros nos parecemos más a una
explosión.
-¿Qué influencias nuevas aparecen en "Jessico"?
-Grupos como ZZ Top, Queen en la época de "The Game", un estilo
que se llama narco corrido, que es del norte de México, mucha música disco de
fines de los 70 y principios de los 80, tipo Giorgio Moroder, y Larry Leon, un
DJ que tenía una discoteca llamada Paradise Garage. "Jessico" es el
disco más bailable que hicimos. Antes de componerlo apuntábamos a eso.
-¿Cuál fue el principal logro de Babasónicos en estos 10 años de carrera?
-El primero es mantenernos juntos, con la formación original desde el
primer álbum hasta ahora. Haber hecho 450 shows en la Argentina en estos diez
años, haber tocado en casi toda Latinoamérica y haber sacado 10 discos
también son logros. Otro es que todos los discos hayan partido de nuestra
imaginación y no tengan ninguna especie de filtro para los medios. Nosotros
nunca fuimos condescendientes. A mí la autenticidad y la fidelidad no me
parecen los valores, pero Babasónicos siempre se mantuvo fiel a sí mismo, el
grupo hizo lo que se le dio la gana. Y eso es el rock.
-¿A quién le deben un agradecimiento y a quién le harían un reproche?
-Tendríamos que agradecer a varias escenas que surgieron en Buenos Aires a
principios de los 90, que nos nutrieron artísticamente, gente de la música y
el teatro. También a Daniel Melero, que hizo que entendamos el mercado
argentino y nos enseñó a escuchar música. No siento que debamos reprocharle
nada a nadie. Nosotros tenemos la culpa de todo (risas), en todo sentido.
-En los comienzos a ustedes los ubicaron en el Nuevo Rock Argentino, ¿dónde
creés que está el grupo ahora?
-Como espectáculo, Babasónicos está entre las cinco o seis bandas
argentinas de mayor envergadura, como Los Redondos, La Renga, Los Piojos, los
Cadillacs y los Decadentes. Después venimos Attaque y nosotros.
-Pero ustedes no tienen nada que ver con esas bandas...
-Nosotros estamos en el peldaño de abajo, somos la banda más chica entre
todas esas.
-¿Por qué creés que sobrevivieron mientras las demás bandas del Nuevo
Rock Argentino se disolvieron o fueron olvidadas?
-Porque Babasónicos siempre generó nuevas ideas, nuevas expectativas, y
así atrajo a distintos públicos. Nosotros llevamos público del primer disco y
también del último, que ni conocen nuestros compactos anteriores.
-¿No les pesa ser la banda de la que siempre se espera que esté haciendo
punta?
-No, porque nuestra esencia es renovarnos. Le huimos permanentemente a ese
clisé que tiene el rock, que marca que cuando uno llega a una estructura
conocida y comercial hay que repetirla. Siempre vamos a estar presos de nuestra
paranoia de no parecernos.
-¿Existe un universo Babasónico al que nadie, excepto el grupo, puede
acceder?
-No, no es un universo impermeable. Está acotado en el conjunto de los
discos, y con cada disco va ampliando sus fronteras. De a poco va delineando sus
propios márgenes y sus reglas. Dentro de esas reglas, que son bastante
elásticas, va sugiriendo nuevas formas de interpretación de la música y
nuevas formas de escucharla.
Esta banda alternativa de
Buenos Aires se ha convertido en uno de los escasos sobrevivientes del
movimiento del nuevo rock argentino, que surgió junto con la década de los
noventa. A mediados de junio aparecerá su nuevo álbum, ''Jessico'', que
incluye canciones como ''El loco'', ''Soy rock'', ''Tóxica'' y ''Fiesta'', y
también será editado simultáneamente en España. Conoce aquí los gustos
musicales de su tecladista y compositor, Diego Tuñón, conocido como Uma-T.
Babasónicos revela sus gustos musicales
• ¿Qué disco te inspiró para formar una banda?
Todos los horribles discos que se estaban editando a fines de los ochenta en
Argentina me hicieron pensar que alguien tenía que intentar hacer algo
distinto.
• ¿Qué canción de la historia de hubiera gustado componer?
Miles, pero me cuesta elegir una. Talvez “Garota de Ipanema” (1962), de Tom
Jobim y Vinicius de Moraes, que fue algo tan inmenso que hasta Frank Sinatra
tuvo que cantarla.
• ¿Qué banda lamentas que se haya disuelto?
Me gusta que las bandas se disuelvan, lamento que algunas sigan existiendo.
• Si tu casa se estuviera incendiando y sólo pudieras salvar un disco,
¿cuál elegirías?
En ese caso, trataría de salvar otra cosa, porque todos los discos pueden
volver a ser comprados y no muchos discos merecen volver a ser escuchados. Los
dejaría a todos quemarse y me compraría otros que no haya oído
• ¿Qué disco pondrías para seducir a alguien?
“Sinatra at the Sands” (1966) de Frank Sinatra.
• ¿Qué disco escucharías para llorar una pena de amor?
Uno alegre que me haga olvidar.
• ¿Qué canción es tu himno para una noche de juerga?
Cualquiera de Michael Jackson producida por Quincy Jones, son sencillamente
perfectas. O Giorgio Moroder, entre finales de los setenta y principios de los
ochenta.
• ¿Cuál fue el último disco que compraste?
”Faith” (1987) de George Michael. Lo compré hace poco, hacía mucho que no
lo escuchaba y en su época no lo había comprado. Está producido casi
diametralmente opuesto a la forma en que me gusta producir, pero es excelente.
• ¿Qué frase de una canción saldrías a pintar en las paredes?
Jamás pintaría una frase en una pared, sin embargo las frases que más me
gustan deben estar en "Cesarpo" de Virus.
• ¿Qué disco te gustaría que pusieran en tu funeral?
Detesto los funerales, a mi muerte que sólo me quemen .
Aunque todavía sigue siendo
identificado con el nuevo rock, Babasónicos está en su segunda década de
carrera. Está claro: nació en los 90. Y ahora, luego de sobrevivir a esa
montaña rusa llamada mercado, está ultimando detalles para que su sexto disco
Jessico, desembarque en las bateas a mitad de este mes a través del sello Pop
Art. Y mientras tanto prepara el terreno... En eso estaba cuando pasó por
Rosario; la banda actuó en la renovada Sala Lavardén de Sarmiento y Mendoza.
Y antes del show, precisamente cuando los técnicos preparaban la prueba de
sonido, Adrián Dárgelos recibió a esta corresponsal en el camarín. Lucía
relajado, vestido informalmente con un buzo verde, una remera fucsia y
zapatillas.
-¿Cómo definirías musicalmente a Jessico?
-Babasónica era más fácil de definir porque podía decir rock y listo, aunque
no es un adjetivo justo porque es un poco más que rock. En esta instancia donde
todavía no ví la tapa del disco, puedo tener como un criterio estético de lo
que quise producir pero no es nominable. Logramos ponerle Jessico, que es
bastante...
-Hablemos entonces del nombre. ¿Por qué eligieron un nombre propio?
-Para que el disco no arrastre ningún concepto. El anterior se llamó Miami y
vos podés tener diez lecturas del significado, pero en el caso de Jessico no,
porque es un nombre propio. Estamos tratando de que nuestros discos se hagan su
concepto, porque si los cerrás poniéndole un título ya acotás cierta
pretensión de lo que querés que la gente interprete. Le encontramos ese nombre
y después notamos que tiene intención de ser un disco más bailable. Tiene
esos temas en los que los ritmos a go gó y psicodélicos, que siempre están en
nuestra órbita, se ponen al servicio del swing para que sean bailables. Jessico
no te defrauda, entre sí todos los temas son distintos, no hay mucho que se
parezca al pasado y tiene pocos temas lentos. Es un álbum que está siempre
seduciendo.
-Y conceptualmente ¿cómo es?
-Tiene una onda muy romántica. No tiene quizá la tortura y la perversidad de
los discos anteriores que muestran al amor de forma ambigua involucrando la
maldad y el poder. En este disco, las formas del amor se relajan y en vez de ser
víctimas de él, lo promueven y hacen los efectos de la seducción.
-Contamos cómo lo hicieron.
-Sí. En octubre pasado estuvimos revisionando canciones y viendo qué ibamos a
empezar a ensayar; a fin de enero, cuando terminamos nuestro estudio, empezamos
a tocar los temas nuevos. Habíamos hecho un puñado de canciones, eran unas 26.
La selección de los temas fue por votación y estoy conforme con el resultado
del disco.
-¿Perseguían algún algo puntualmente?
-Era un objetivo hacer un disco con otras velocidades y con otras relaciones de
swing y de ritmos que los del anterior. La temática siempre va siendo distinta
y se va formando. Yo dejo que las canciones se vayan haciendo a la atmósfera
del disco. Para crear Jessico llevamos los temas al estudio en cierta forma
preparados bajo un patrón de estructuras o de canción que nosotros queríamos
tener, cuando elaboramos ese formato los ensayamos y empezamos a arreglarlos.
Trabajamos de esa forma durante varios días hasta que los grabamos pero las
canciones ya habían crecido de como habían entrado al estudio hasta ahí, por
el efecto de tocarlos cinco veces por día, todos los días. Les íbamos
haciendo mínimos arreglos, cada vez más, hasta que llegamos a una órbita
donde todos alcanzamos una armonía. Nos pareció una manera distinta a cómo
encaramos Miami.
-¿Cómo se sienten en medio de este el "furor latino" del que
tanto se habla hoy?
-Nosotros somos músicos latinos, no podemos negarlo, y bueno, como tal me
encantaría ser parte de la gran jerarquía latina y estar en la entrega de los
Grammys, que mientras estemos bajando del escenario suba Jennifer López...
-Están cumpliendo una década cómo banda ¿Qué balance podés hacer al
respecto?
-(Silencio)... Se que ya podemos ir al baño solos... (Risas)